Mami, que se vaya a comer a la casa
(Solidaridad, amistad)
-¿A cuál casa?
- A la de él. ¿Por qué le tenemos que dar el algo aquí?
- Porque esta es nuestra casa y la de nuestros amigos.
-¿Pero si ustedes fueron los que la compraron…?
- Sí. Para compartirla con los demás.
- Bueno, mami, tranquila. Nos vamos a compartir la de él…
- No, señor, porque en este momento Sergio está aquí. Siempre me acuerdo de mi abuelo que nos decía que nunca dejáramos salir a nadie de nuestra casa sin haberle ofrecido algo. Y eso, desde la persona más humilde hasta la que se creía más importante. Así que en vez de decirme eso, debieras estar ahora comiendo con él.
-¿Estábamos jugando con él?
- Sí, pero no es lo mismo. Mira Juan Luis, lo que más une a la gente es comer en común. Siempre que queremos estar con los amigos, a eso los invitamos. Y Cristo se despidió de sus discípulos con una comida.
- Yo sé -dice María Angela-, en la parroquia lo mostraron y a todos les lavaba los pies.
- Sí, mi amor y como a Cristo le dolía irse y dejarlos solos, buscó una manera de quedarse con nosotros. ¿Sabes cuál fue?
- La Eucaristía.
- Así es. Ahora entiendo por qué sacaste 10 en Religión. Fíjate que se quedó como alimento y además quiso que, al ir a recibir ese alimento, todos lo compartiéramos y nos sintiéramos hermanos. ¿Y no has visto lo que pasa cuando entramos a la casa de algún campesino?
- Ahora me toca contestar a mí -dice Juan Luis-. Le ofrece a uno de todo: Quesito, pan, frutas, leche.
- ¿No ves? Ellos nos enseñan a vivir. Y nunca nos dicen: ¿Usted por qué no se va a comer a su casa?
- Sí. Pero es que Sergio nunca nos invita.
- En primer lugar, uno no debe dar pensando en que le den. Además siempre hay alguno que tiene que dar el primer paso y entonces el otro aprende. Por otro lado, tú no sabes si la mamá está ocupada, si está en la casa.
- Bueno, mami, entonces ahora que estamos en vacaciones compras unas cosas bien ricas para poder invitar a los amigos.
-¡Ay, Dios mío! Voy a morir víctima de mi propio invento. No, pero en serio, cada uno da de lo que tiene y ustedes saben que no me gusta que coman ociosidades a toda hora y después dejen toda la comida.
- Entonces que María Ángela vaya a llamar a Sergio para que tome el algo con nosotros.