Mami, yo no me quiero morir
(Capacidad de compartir, fraternidad)
- ¿Pero, por qué se te ocurrió eso ahora, Miguel?
-¿Cómo que por qué se me ocurrió?. ¡Entonces es que no me voy a morir nada?
- Mira hijo, todos nos tenemos que morir. ¿Pero qué piensas tú de la muerte?
- ¡Ah! Que es muy horrible.
-¿Pero qué crees que sigue de ahí?
- Yo no sé. Tu me has dicho que el Cielo.
¿Y cómo te imaginas tú el Cielo?
- Como un veinticuatro de diciembre en la finca.
- En cierto modo tienes razón. Pero el Cielo tiene una ventaja: Que no se acaba. Pero antes de llevarnos al Cielo, Dios nos da un regalo maravilloso que es la vida en la tierra.
-¿La que estamos viviendo ahora?
- Sí. Y nos la da, para que hagamos muchas cosas buenas.
-¿Cómo qué, mami?
- Para ti, querer a los de la casa, a los amigos, a todos los que nos ayudan, hacer las tareas, jugar alegremente.
-¿Mami, pero tareas en vacaciones?
- No, mi amor, hay un tiempo para cada cosa. Este de Navidad es para estar en familia, para descansar, para alegrarnos con la venida del Niño Dios, para aprender otras cosas.
-¿Qué, mami?
- Ayudarle a la mamá con los hermanitos, compartir los juguetes, cuidar los árboles, jugar con los animales, mantener la casa limpia.
-¿Mami, todo eso?
- Sí, mi amor, y cuando hacemos eso ya empezamos a ganarnos el Cielo y a sentirlo también.
-¿Cómo así, mami?
- Esa dicha que uno siente cuando le va bien en el colegio, cuando pinta algo bonito, cuando juega con un amigo. Todo eso es como una semillita de lo que va a ser después la felicidad del Cielo. Imagínate cómo será de bueno que es mejor que la tierra.
-¿Mejor, mami?
-¿Cuando tu estás en un refresco muy contento, no quieres salirte, verdad?
-¡Claro! Me provoca que no se acabe.
- Algo así pasa con el Cielo: No es que esta vida se acabe sino que se mejora y entonces queremos estar allí siempre.
- Mami, pero a mí me da miedo morirme.
- Sí. Todo lo desconocido nos da miedo aunque sepamos que es muy bueno. Como el primer día de colegio, la salida para un viaje, aprender, a montar en bicicleta, dormir en otra casa, pasar a bachillerato.
-¿Mami y yo voy a estar allá solo?
- No. El Cielo es como tú decías. Como un veinticuatro de diciembre en la finca. Estaremos en familia y estaremos con Dios.