¿Mami, te contó papi?
(Respeto, jerarquía de valores)
- ¿De qué Jorge?
- De los valores.
- Sí, claro y me parece que es el tema del momento y no por actual, sino por perdido.
- Mi papá dice que se ha perdido, pero que se puede y se debe recuperar. O sea no el tema, sino los valores.
- Ojalá porque no creas que sin ellos se pueda siquiera convivir.
- Existen unos valores de convivencia Jorge, valores existenciales.
- ¿Y cuál es el más importante?
- Para mí el respeto. Se pierde el respeto y ya no quedó nada. Y ese respeto está haciendo mutis por el foro.
- ¿Qué quiere decir ese enredo?
- Que está saliendo del escenario.
- ¡Ay tan culta!
- Más respeto, jovencito.
- Bueno, volviendo al tema, si no se respetan las vías ni los turnos, ¿se van a respetar las personas?
- Así es Jorge, el respeto lo abarca todo. Claro que primero están las personas: Los padres, los abuelos, los ancianos, los profesores…
- Mami…
- ¿Qué?
- ¿ Y si de pronto no se hacen respetar?
- En eso tienes razón. Ese es el gran cambio en la autoridad. Antes uno la tenía simplemente porque se la otorgaban. El catecismo de Astete decía que uno tenía que obedecer «aunque sea díscolo el superior».
- Ahora la autoridad hay que merecérsela. Antes era un derecho, ahora es un servicio. Pero sigamos con el respeto: A la libertad, al secreto, a la propiedad, a la intimidad, a la ley y a la diferencia, al otro que es distinto de mí.
- Mami creo que se nos olvida el más importante: El respeto a la vida.
- ¡Dios mío, claro! De ese ya no queda nada, empezando porque en muchos países ya no se quiere dar la vida, y un niño es un acto de fe en esa vida. Y si se da, se arrebata por el aborto. Y ese permitir que miles de niños se mueran de hambre, cuando otros andan en la abundancia. Los niños abandonados buscan a sus padres. Ya no son los padres los que buscan a sus hijos. Y la falta mundial de respeto a la vida de toda una juventud, que es el comercio de la droga.
- Y los soldaditos, los campesinos, los policías, los indígenas, las mujeres, los hombres y hasta los niños que mueren asesinados cada día. ¿No existe una solución mami?
- Sobre esto nos dice el Papa: «Sólo el amor nos reconcilia». Y eso sobre todo en la familia. Allí es donde se aprende, por ósmosis, el respeto a todo lo que es vida, desde la vida humana hasta la vida vegetal de un árbol, la vida animal de un pajarito. En la familia es donde el respeto deja de ser palabra para volverse vida.