Papi, me caso pero por lo civil
(Sentido de los sacramentos)
- Eliana, tú siempre con tus charlas pesadas. ¿Cuándo vas a coger seriedad?
- Ahora mismo papi, porque ésto es en serio.
-¿Cómo hija?
- Sí, papá. Luis Carlos y yo lo hemos pensado mucho. Nos duele darles ese disgusto pero preferimos eso a no ser sinceros.
- Definitivamente esto se acabó. Una niña como tú, educada en un hogar cristiano, que ha recibido buen ejemplo de sus padres, y salir ahora con esas. ¿Y no has pensado en tu mamá?. Esto sí la va a matar.
- -Papi, ¿entonces todo el mundo estaría más tranquilo si nos fuéramos a la Iglesia sin creer en eso, únicamente por darles gusto a todos?
- ¿Eliana, es que ya no crees en Dios?
- Sigo creyendo y tal vez más que antes. Por eso quiero ser sincera con Él. Me parece que ser cristiano es ante todo, ser uno fiel a su conciencia.
-¿ Y es que los que se casan por la Iglesia no son sinceros?
- Algunos sí y yo los admiro, pero otros no.
-¿Y ustedes no se piensan casar para toda la vida?
- Claro, papi, nos adoramos y cuando uno se quiere no desearía separarse nunca.
-¿Y entonces por qué por lo civil?
- Papi es que a mí, en eso que tu llamas formación cristiana, me quedaron muchas lagunas.
-¿Por ejemplo?
- Por ejemplo que casi siempre la vida va por una acera y la Iglesia por la del frente.
- Te admito en parte ¿pero de quién es la culpa?.
- Yo no sé. Pero hablando con Luis Carlos llegamos a la conclusión de que nadie nos había preparado para el sacramento.
-¿Y los cursos prematrimoniales?
- Bueno, nosotros no lo vamos a hacer. Pero eso es a última hora y a la carrera. En ese momento la gente ya no cambia … Lo único que uno estrena en el matrimonio son los muebles y eso cuando no los llevó de la casa. Todo lo demás, lo que uno es como persona, lo lleva desde la infancia.
-¿Pero, hija, si ustedes se van a casar por lo civil es porque quieren que quede constancia de un compromiso. Me dices que crees en Dios. Y prefieres dejar esa constancia frente a un desconocido que, es un juez y no frente a alguien que es un Dios amigo?
-¿Papi y eso es lo que llaman Sacramento, invitar a Dios?
- Sí hija. El compromiso es el mismo, Es de ustedes dos. Se hace sacramento cuando invitamos a Cristo a nuestro amor.
- Pero volviendo a lo de antes. Ni en la casa ni en el colegio le enseñaron a uno eso. O al menos, no se lo enseñaron así.
- Pero a tí te enseñaron algo muy bonito: A compartir los problemas con tus papás y yo te agradezco tu franqueza. Saber dialogar es ya el comienzo de un sacramento. ¿Por qué? Porque Dios quiere entrar en diálogo con nosotros y eso al fin y al cabo es la fe.
- Papi, ya ves que me gustaría que hablaras también con Luis Carlos. No vas a creer que cambié de idea, pero seria muy bueno que él te oyera…